Fin de semana fantástico

Sé que hace mucho que no escribo pero eso no quiere decir que haya dejado de pedalear. Después de pasar tres semanas de playa con la familia en l'Ampolla donde habré hecho unos 700 kmts de bici, la mayoría de ellos planos (excepto el Mont Caro y dos o tres salidas por el Perelló), nos hemos trasladamos toda la tropa a Calella para acabar de rematar el verano y aprovechar los últimos días de agosto. Además, ya se sabe, los niños pequeños donde mejor están es en la playa y más si están los abuelos para echarnos un cable!!!

En mi pensamiento estaba el subir uno de estos días al Turó de l'Home y más tras el desinteresado ofrecimiento de Noe. Solo hacía falta que los astros se pusieran de mi parte y vaya si se pusieron. Llamadita de Isma a mitad de semana: " ¿Vais a estar en Calella este fin de semana? Es que tengo pensado hacer el Turó un día y todo el recorrido del Callenge en bici por la N-II el otro..." Además ese fin de semana venían a Calella mis cuñadas y mi cuñado por lo que era el fin de semana perfecto para escaparme.

Así pues el sábado 22 a las 7.30 de la mañana y con la consigna de no me espereis para comer me encuentro con Isma en la N-II a su paso por Calella y ponemos rumbo a St Pol de Mar con el pensamiento puesto en el Turó de l'Home y... algo más. En St Pol nos desviamos para coger BV-5111. Una carretera tranquila y preciosa que pasando por St Cebrià y St Iscle de Vallalta nos deja en la C-61 en la población de Arenys de Munt y a los pies del Collsacreu. Coronamos el primer puerto del día a ritmo tranquilo y en poco más de una hora estamos en St Celoni. Serpenteamos por esta población en busca de la carretera que lleva hacia el Montseny. Un poco más adelante nos encontramos con el desvío de Mosqueroles y Campins. Nosotros cogemos la primera opción, que es la más dura (según tengo entendido). La otra opción, Campins, es la que te lleva a St Fe. Subimos a ritmo tranquilo y bromeando sobre ello, pero no podemos quemar cartuchos inecesarios porque sabemos que la jornada no se acaba en el Turó, aún queda ese ...y algo más. Al paso por la Costa del Montseny el terreno ya se nos hace más familiar ya que no hace muchos (en la marxa de les rutes del Montseny) pasamos por allí. Parada de rigor en Fontmartina para repostar y para arriba hasta el cruce. Ahora empezaba lo bueno, que últimos seis quilómetros, se hacen interminables... pero que sensación más agradable. Por fin arriba. Un día soleado, esplendido. 50kmts justos desde Callella y poco menos de 3 horas a un ritmo por debajo de los 20 km/h. Llamadas, algo de comida, fotos varias y... ¿ahora qué? Pues ahora a por Collformic!!!

Al ataque... la bajada hasta el cruce que te lleva al Coll de Santa Helana (últimos 6 kmts de la subida)es horrible. El asfalto está bacheado y en mal estado. Coronamos las antenas de Sta Helana y nos etemos en la fageda que nos conduce hasta Santa Fe. Cómo me gustan las fagedas (hayedos en castellano). El subconsciente te dice que hasta Viladrau, nuestro próximo destino y parada para desayuno-comida, tiene que ser todo bajada; y no es así. Desde Sta Fe la carretera se empina nuevamente hasta St Marçal y tan sólo son de bajada los últimos kilómetros. Paramos una media hora en Viladrau para comernos un pa amb tomàquet y tortilla de queso que saben a gloria. El trayecto de Viladrau a Seva se hacen muy largos y pesados. Estamos en pleno mediodía y todavía tenemos que subir Collformic!!! Llegamos a Seva y en las primeras rampas del puerto se nos une un ciclista, Víctor. Un chico majísimo de la comarca de Osona que al igual que Isma también va disputar el Callenge el próximo 4 de octubre. Con la nueva incorporación subimos Collformic a buen ritmo, mucho mejor de lo que nos pensabamos aunque el esfuerzo y los quilómetros ya se empezaban a notar. La calor, la verdad es que no mucho, además yo soy de los que no se les da mal con calor. Bajada con un molesto viento de cara hasta Santa Maria de Palautordera y St Celoni donde nos despedimos de Víctor y quedamos con el en Calella para el día siguiente. Desde St Celoni nuevamente y para rematar el día, subimos a Collsacreu y bajamos por la carretera de St Iscle y St Cebrià hasta St Pol y Calella.

Sin tiempo para recuperarnos volvemos a quedar el domingo a las 7.30 esta vez en el Hospital de Calella Isma, Víctor y yo. Esta vez el objetivo es completar los 180 kmts del recorrido del sector de bici del Callenge. Dos vueltas desde Calella hasta El Masnou y una última vuelta más corta desde Calella hasta Mataró y volver, lógicamente. Víctor se pierde un poco por la zona de Tordera y eso hace que tengamos que salir un poco más tarde delo esperado. Mientras tanto Isma y yo aprovechamos para hacer un poco de calentamiento y rodamos unos 20 kmts. Mi objetivo era hacer sólo las dos vueltas más largas y completar 140 kmts, ya que ese día teníamos comida familiar. Así que dando relevos y a muy buen ritmo fuimos devorando kilómetros a una media superior a los 30 km/h. Yo cumplí mi objetivo de las dos vueltas grandes y ellos completaron el suyo. Así pues un fin de semana fantástico e irrepetible, al menos a corto plazo, que me ha dado moral para afrontar algún que otro reto que me ronda por la cabeza antes de dar por finalizada la temporada y descansar un poco. Además lo mejor es lo bien que me he recuperado de las pálizas y lo poco que se ha quejado mi rodilla izquierda. Tan sólo se quejó un poco el sádabo por la tarde, pero con muchos mimos y cuidados el domingo respondió muy bien.