Estamos a mediados de otoño, los días son cada vez más cortos y ya estamos en el horario de invierno. Cada cual se tiene que buscar la vida para poder entrenar y muchas veces no queda más remedio que echar mano a las salidas nocturnas o con las últimas veces del día. Por mi parte intento hacer salidas nocturnas de btt y desde la semana pasada de trekking, y al menos hasta ahora voy a correr aprovechando los últimos resquicios de luz del día. Me ha hecho gracia titular así esta entrada del blog ya que la zona por donde entreno es territorio de los jabalíes y en más de una ocasión he tenido un encontronazo con alguno de ellos. Y os puedo asegurar que el susto no te lo quita nadie. El recorrido que tengo para hacer los entrenos de running, un recorrido medido minuciosamente con la btt y balizado cada 500 mts con mojones de piedras lo he bautizado como la "ruta del Senglar".
Hoy doble sesión: 1.500 mts de natación al mediodía y 34' de running al salir por la tarde del trabajo. En la carrera he forzado un poco el ritmo, con una media de 5'10'' en 6 kmts, y está noche el programa descontracturante del compex esta que echa humo.
Me siento muy optimista con el running, ya que de momento (toco madera), mis articulaciones no se quejan demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario