Jugando con fuego

El lunes ya estuve a punto de hacer esta entrada con este mismo título. El porqué es muy fácil de entender. Tras el rodaje largo del sábado y el entreno de calidad del domingo (siempre hablando de la carrera a pie), el lunes me aventuré a correr otra vez. ¡Tercer día consecutivo de running! No pude dejar solo a mi hermano y nos fuimos a correr 12 kmts a ritmo suave en poco más de una hora. Era consciente de que estaba jugando con fuego y quizás, vistos mis antecedentes, lo mejor hubiera sido descansar. El riesgo de lesión estaba latente, pero mis ganas puedieron más. Acabé fantásticamente bien acumulando otro día de entreno y dando un pasito más.

Pero aquí no ha quedado todo. El mensaje de Isma a media tarde de ayer era muy claro: "A las 20:00 en el circuito? Llevamos bambas para run?". Mi resuesta fue afirmativa. Correr por cuarto día consecutivo no era jugar con fuego, era jugar a la ruleta rusa. Pero bueno quería probarlo. Tras 45 kmts de bici dando vueltas como un hámster al quilómetro y poco del circuito con algún que otro calentón, nos calzamos las bambas para rodar un poco. ¡Iluso de mí! Con Isma al lado no se rueda suave... Fue empezar a correr y empezamos a 4:30. Algo me decía que la cosa no iba a acabar bien. Allá por el quilómetro tres, y tras ver en mi garmin más de una vez el 3 en el dígito de los minutos del ritmo actual, Isma me propuso aguantar hasta hacer un 5.000... Fue un poco agónico, pero al final lo completamos a una media de 4:13 aproximadamente. Un quilómetro y medio más, ahora sí, de vuelta a la calma y entreno finalizado. Una vez en casa una hora más de compex con el programa de recuperación activa para paliar los efectos del entreno de calidad en los gemelos e isquios.

Hoy me encuentro muy bien, las piernas no me duelen y me siento recuperdo. Creo que estoy subiendo otro peldaño en mi progresión como atleta. ¡Cuatro días seguidos de running! Esta tarde no sé si iré a por el quinto... o mejor dejo los juegos peligrosos para otra ocasión.